Aprendiendo cosas nuevas

 Después de haber cogido 2 veces con el chico con quien lo hice por primera vez un par de veces, ya había comenzado a tomarle confianza.

Después de haber cogido dos veces otra vez llegó a mi casa con la excusa de trabajar y estudiar para el colegio. Yo sabía que mi madre iba a tenía planeado ir al mercado. Sabía que estaríamos solos por algún tiempo. Así que no tuvimos que pretender mucho. Al poco tiempo de que mi compañero llegó a la casa, mi madre se fue al mercado. Subimos de una vez a mi habitación, comenzamos a besarnos y manosearnos. Sobre todo, él me agarraba de las nalgas. Poco a poco me fue quitando la ropa, mientras me seguía besando. Cuando me quitó el bra y yo quedé solo en panty, comenzó a chuparme las tetas. Yo, ya lo estaba deseando y cuando comenzó a chuparme las tetas comencé a mojarme rápidamente. Él se dio cuenta rápido porque aún chupándome las tetas metió su mano debajo de mi panty. Él se comenzó a desnudar rápidamente, sabía que me quería coger. Cuando terminó de desnudarse y acercó hacia mí, me dio un beso, yo le dije que tenía condones en el cajón. Él se bajó y fue a ponérselo. Estaba muy duro él. Una vez colocado, volvió a acercase a mí, nos besamos y me empujó hacia atrás, sobre la cama, de modo que yo quedé boca arriba y abrí las piernas para quedar en posición de misionero. Estando yo así boca arriba y él sobre mí, me fue penetrando lentamente.

Cuando él entró en mí, sentí un placer intenso. Él se movía lentamente, permitiéndome disfrutar de cada movimiento. Poco a poco, aumentó la intensidad, hasta que nos encontramos en un ritmo rápido y frenético. Yo gimiendo y él susurrándome al oído. De repente, él se detuvo y se arrodilló a mi lado. Me miró con ojos de placer y me dijo: "Esto es lo que quiero, esto es lo que te deseo". Luego, él volvió a penetrarme, pero esta vez con una fuerza y pasión que nunca había experimentado antes. Me sentí como si fuera a estallar de placer. Él seguía moviéndose, cada vez más rápido, hasta que finalmente llegó al clímax. Y en ese momento, yo también llegué al mío. Nos quedamos allí, jadeando y abrazándonos. Cuando nos recuperamos, nos sonreímos y nos besamos. Después de eso, no hubo palabras, solo un silencio cómplice entre nosotros.

Cuando nos recuperamos, él rompió el silencio cuando me dijo que si me animaba a probar algo nuevo, que me lo quería meter por detrás. Yo lo miré con cierta sorpresa, pero también con curiosidad. Nunca había hecho algo así antes, pero la idea me emocionaba. Él sonrió y me guio hacia la posición deseada. Aunque estaba un poco nerviosa, me dejé llevar por su experiencia y confianza. Él me guio hacia la posición deseada, sentí un pequeño nudo en la garganta. Era algo nuevo para mí, pero la forma en que me miraba y me tocaba me hizo sentir segura y protegida. Él me colocó de manera que mi cadera estuviera apoyada en una mano y mi pierna reposara sobre él. Luego, él se acomodó detrás de mí, su cuerpo caliente y fuerte contra mí. Cuando él empezó a penetrarme, sentí una mezcla de placer y sorpresa. Era diferente a lo que había experimentado antes, pero de una manera buena. Él me movía suavemente, cada vez más rápido, explorando mi cuerpo de una manera que nunca había sido explorada antes. Sentí una oleada de placer que se extendió por mi cuerpo, desde mi cuello hasta mi ombligo. Él seguía moviéndose, su respiración acalorada en mi oreja, sus manos rozándome con delicadeza. Cuando llegamos al clímax, sentí un estremecimiento que me atravesó todo el cuerpo. Él gimió en mi oído, y en ese momento, sentí una conexión más profunda que nunca antes. Después de eso, nos quedamos allí, jadeando y abrazándonos.

Espero que este relato les haya gustado. Ya saben, si les gustaría saber más, por favor, escriban en los comentarios. Ya saben que leo y los respondo todos. Que tengan bonita semana. Besos.

.